No encontré mejor oficio que leerte siempre y cuando me lo pidas de rodillas y me ofrezcas dos o tres lagrimillas.
Dedicado a la basura que a veces he tenido que leer.
27 junio 2007
12 junio 2007
02 junio 2007
Me refiero al preciso instante en que leemos un punto final.
El instante mismo en que levantamos la vista o la mantenemos fija en la ingrávida concentración de tinta que aparece ante nuestros ojos como un punto.
Me refiero al dolor de cabeza, a la congestión estomacal, al vacío o a la euforia.
A todo eso que desaparece con el final de una lectura, y a todo lo que permanece como lapidaria sentencia de muerte.
Milagros o regodeos de poder.
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